viernes, 4 de abril de 2008

Arturo Umberto Illia (1963-1966)

35.° Presidente de la Nación Argentina
Mandato
12 de octubre de 1963 – 28 de junio de 1966
Vicepresidente(s) Carlos Humberto Perette
Precedido por José María Guido
Sucedido por Juan Carlos Onganía
(de facto)
Nacimiento 14 de agosto de 1900
Pergamino (Buenos Aires)
Fallecimiento 18 de enero de 1983
Córdoba (Córdoba)
Partido político Unión Cívica Radical del Pueblo
Profesión Médico

Arturo Umberto Illia (Pergamino, Provincia de Buenos Aires, 4 de agosto de 1900 - Córdoba, Provincia de Córdoba, 18 de enero de 1983) fue un médico y político argentino. Ejerció el cargo de Presidente de la Nación Argentina entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966.

Arturo Umberto Illia nació el 4 de agosto de 1900 a las 16 horas en Pergamino, 90 kilómetros al norte de Junín, en la Provincia de Buenos Aires. Su padre, Martín Illia, era oriundo de San Pietro, provincia de Sondrio, Lombardía (Italia) y su madre, Emma Francesconi, de Gratacazolo, provincia de Brescia, Lombardía.

Cursó la escuela primaria hasta cuarto grado en la Escuela Provincial Nº 18 y quinto y sexto grados en la Escuela Normal Mixta de esa ciudad. Los estudios secundarios los realizó en Buenos Aires, en el Colegio Pío IX, Párroco San Carlos, como pupilo. En el año 1918 comenzó sus estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Ese mismo año estalló en Córdoba el movimiento estudiantil conocido como Reforma Universitaria, que sentó los principios de la universidad gratuita, libre y cogobernada y modificó profundamente la concepción y administración de la educación superior en la Argentina y en gran parte de América Latina.
Como parte de sus estudios de Medicina, en 1923 ingresó como practicante al Hospital San Juan de Dios de la ciudad de La Plata, graduándose en el año 1927.
En 1928 tuvo una entrevista (la única en toda su vida) con el entonces Presidente de la Nación, Dr. Hipólito Yrigoyen, a quien le ofreció sus servicios como médico. Yrigoyen le propuso trabajar como médico ferroviario en distintas localidades y Arturo Illia decidió radicarse en Cruz del Eje, Córdoba. Desempeñó su actividad de médico en esa localidad desde 1929 hasta 1963, interrumpidos por los tres años (1940-1943) en que fue vicegobernador de Córdoba. Lo llamaban el Apóstol de los Pobres, por su dedicación a los enfermos sin recursos, viajando a caballo, en sulky, o a pie, para llevar medicamentos que él mismo compraba.
El 15 de febrero de 1939 contrajo matrimonio con Silvia Elvira Martorell, con quien tuvo tres hijos: Emma Silvia, Martín Arturo y Leandro Hipólito.
De 1963 a 1966 ejerció la Presidencia de la Nación, y luego del golpe militar del 28 de junio de 1966, conocido como Revolución Argentina, se trasladó a Martínez, Provincia de Buenos Aires, donde residió alternando con viajes a Córdoba. Continuó una intensa actividad política en el seno de la Unión Cívica Radical, hasta su muerte, el 18 de enero de 1983.

Su actividad política

Arturo U. Illia se afilió a la Unión Cívica Radical al llegar a la mayoría de edad, en el año 1918, fuertemente influido por la activa militancia radical de su padre y de su hermano Italo. Ese mismo año comenzó sus estudios universitarios en medio de la movilización juvenil que acompañaba la Reforma Universitaria.
A partir de 1929, año en que se radicó en Cruz del Eje, inicia una intensa actividad política que alterna con su actividad profesional.
En 1935 fue electo Senador Provincial por el Departamento de Cruz del Eje en las elecciones celebradas el 17 de noviembre. En el Senado Provincial participó activamente en la aprobación a la Ley de Reforma Agraria, que fuera aprobada por la Legislatura de Córdoba pero rechazada en el Congreso de la Nación. Presidió la Comisión de Presupuesto y Hacienda e impulsó la construcción de las represas de Nuevo San Roque, La Viña, Cruz del Eje y Los Alazanes.
En las elecciones del 10 de marzo de 1940 es electo Vicegobernador de Córdoba, acompañando al Gobernador Santiago del Castillo, cargo que asume el 17 de mayo de 1940, hasta que la Provincia es intervenida el 19 de junio de 1943.
El 20 de abril de 1948 asume como Diputado de la Nación, cargo que desempeña hasta el 30 de abril de 1952. Formó parte de las Comisiones de Obras Públicas e Higiene y Asistencia Medicinal.
Luego de la muerte de Amadeo Sabattini, fue reconocido como representante indiscutido del sabattinismo, o Línea Córdoba.

Su llegada a la Presidencia de la Nación

Luego del golpe de estado del 16 de setiembre de 1955 que derrocó al Presidente Juan Domingo Perón se reinició un largo período de inestabilidad política en la Argentina. Los militares proscribieron al peronismo y sus simpatizantes recurrían una y otra vez al voto en blanco para expresar su rechazo a las elecciones convocadas sin su participación.
Por otra parte la Unión Cívica Radical se dividió en dos, según la postura que cada sector asumía frente al peronismo, aceptando (radicales intransigentes) o rechazando (radicales del pueblo) su proscripción. En 1961, el Presidente Arturo Frondizi (radical intransigente) legalizó al peronismo, que triunfó ampliamente en las elecciones a gobernador del 18 de marzo de 1962. Once días después el Presidente Frondizi fue derrocado y detenido por el golpe del 29 de marzo 1962, que resultó en la toma del poder por parte de José María Guido, quien anuló las elecciones, volvió a proscribir al peronismo, disolvió el Congreso y convocó a nuevas elecciones limitadas y controladas por los militares. Illía había resultado elector gobernador de Córdoba, en esas elecciones, pero no llegó a asumir debido al golpe.
En esas condiciones se convocaron las elecciones del 7 de julio de 1963 en las que resultó electo Arturo Umberto Illia.

Los resultados fueron los siguientes:
Elecciones presidenciales de 1963
Fórmula presidencial Partido Votos %
Arturo Illia - Carlos Perette Unión Cívica Radical del Pueblo 2.441.064 25,14
Votos en blanco 1.827.464 18,82
Oscar Alende - Celestino Gelsi Unión Cívica Radical Intransigente 1.593.992 16,41
Pedro Eugenio Aramburu - Horacio Thedy Unión del Pueblo Adelante (UDELPA) 728.662 7,50
Partido Demócrata Progresista 633.934 6,52
Emilio Olmos - Emilio Jofre Federación de Partidos del Centro 499.822 5,14
Horacio Sueldo - Francisco Cano Partido Demócrata Cristiano 324.723 3,34
Alfredo Palacios - Ramón I. Soria Partido Socialista Argentino 288.339 2,96
Arturo Orgaz - Rodolfo Fitte Partido Socialista Democrático 258.787 2,66
Fuente: País Global

En el Colegio Electoral, la fórmula encabezada por Arturo Illia obtuvo 270 votos sobre 476 electores el día 31 de julio de 1963.
Arturo Illia conformó su gabinete con: Juan Palmero como Ministro del Interior, Miguel Angel Zavala Ortiz como Ministro de Relaciones Exteriores, Leopoldo Suárez como Ministro de Defensa, Eugenio Blanco como Ministro de Economía, Carlos Alconada Aramburú como Ministro de Educación y Justicia, Miguel Ferrando como Ministro de Obras y Servicios Públicos, Arturo Oñativia como Ministro de Salud Pública y Fernando Solá como Ministro de Trabajo y Seguridad. Durante su gobierno sólo habría de incorporar a Juan Carlos Pugliese en reemplazo de Eugenio Blanco debido a su fallecimiento.
Arturo Illia asumió el 12 de octubre de 1963. Su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo. Desde la Revolución Libertadora las manifestaciones de ese partido estaban prohibidas por el Decreto 4161/56, sin embargo cinco días luego de que Illia asumiera el gobierno se realizó un acto conmemorativo por el 17 de octubre en Plaza Miserere sin limitación alguna. De la misma manera se levantaron las restricciones electorales, habilitando la participación del peronismo en los comicios legislativos del año 1965. También se levantó la prohibición que pesaba sobre el Partido Comunista y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.

Ley del salario mínimo, vital y móvil

El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
Entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de "evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra", "asegurar un ingreso mínimo adecuado" y "mejorar los salarios de los trabajadores más pobres".
Con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.

La política petrolera

Arturo Frondizi había iniciado en su gobierno una política de explotación petrolera basada en la concesión de los yacimientos a empresas privadas reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias. A las objeciones de carácter económico y comercial (como el traslado del riesgo empresario a YPF que debía realizar la inversión en nuevas exploraciones, o el aumento de los precios de los combustibles), la plataforma electoral de Illia denunciaba la política de las concesiones por considerarla contraria a los intereses nacionales y se comprometió a anular los contratos de concesión.
El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación".

La educación

Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%.
El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.
Entre 1963 y 1966 se graduaron de la UBA 40.000 mil alumnos, cifra mas alta en toda la historia de la casa de estudios.

La Ley de medicamentos

La Ley 16.462, también llamada Ley Oñativia en homenaje al Ministro de Salud Arturo Oñativia, fue aprobada por todos los bloques, excepto UDELPA y la Federación de Partidos del Centro, y sancionada el 28 de agosto de 1964. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La reglamentación de la Ley mediante el Decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Esta ley surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción.
Partidarios, opositores y observadores imparciales coincidieron en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del presidente a manos de un golpe militar.

Política económica

En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más eficaz de las empresas públicas.
La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del -2,4% para el año 1963, del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.

El derrocamiento

El gobierno del Presidente Arturo Illia debió convivir con su propia debilidad derivada del hecho de haber sido elegido en elecciones no libres, a causa de la proscrición del peronismo, muchos de los cuales votaron entonces en blanco, obteniendo la segunda minoría. La falta de reconocimiento de legitimidad al gobierno de Illia por parte de los ciudadanos peronistas, se vio agravada por un plan de lucha del movimiento obrero, afectado por la decisión del gobierno de sancionar una legislación sindical sin consultar a los sindicatos.
En el año 1965 el gobierno convocó a elecciones legislativas eliminando todas las restricciones que pesaban sobre el peronismo en la etapa previa. El peronismo presentó sus propias listas de candidatos y triunfó ampliamente en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo. El triunfo del peronismo agitó la situación interna de las Fuerzas Armadas.

El descontento militar se combinó con una fuerte campaña de desprestigio, impulsada por sectores económicos conservadores que criticaban duramente ciertas políticas del gobierno radical, como la Ley de Medicamentos (Ley Oñativia), la política petrolera y cierta autonomía de los Estados Unidos en la política internacional.
La campaña de desprestigio contra el Presidente Illia y la democracia, se realizó de manera sistemática, utilizando ciertos periodistas y medios de prensa, como Mariano Grondona en Primera Plana (autor luego de los primeros comunicados militares golpistas), Bernardo Neustadt en la Revista Todo y finalmente, las de Mariano Montemayor. Para ello se recurrió a la imagen de "la tortuga", para caracterizar la gestión del Presidente como timorata y falta de energía. Simultáneamente se resaltaba la personalidad de los militares, especialmente del General Juan Carlos Onganía, contraponiéndolo con la imagen de los políticos, alentándolos a intervenir como "salvaguarda de la Patria".
Finalmente para entonces, Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, ya comenzaba a promover abiertamente la guerra sucia y la instalación de dictaduras militares permanentes en América Latina, impulsadas desde la Escuela de las Américas instalada en Panamá, dentro de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Como primer paso de ese camino, las Fuerzas Armadas habían instalado en 1964 un gobierno militar permanente en Brasil al derrocar al Presidente João Goulart (Jango).
La planificación del golpe que luego llevaría al poder al General Juan Carlos Onganía corre por cuenta del Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, General Julio Alsogaray, con la anuencia del por entonces Comandante en Jefe Pascual Pistarini.
La idea del golpe no solo era reclamada por sectores de la prensa conservadora y del poder económico, sino que también era apoyado por algunos partidos políticos como la Unión Cívica Radical Intransigente liderada por Oscar Alende y el Movimiento de Integración y Desarrollo liderado por el derrocado ex-presidente Arturo Frondizi, y también por un considerable sector del movimiento sindical.
El 28 de junio de 1966 se produjo el golpe militar en medio de la indiferencia de la ciudadanía. El General Alsogaray se presentó a las 5 de ese día en el despacho presidencial y lo "invitó a retirarse" al Presidente Illia. Éste se negó inicialmente, pero a las 19:20, al ver el despacho invadido por efectivos policiales con pistolas lanzagases y rodeada la Casa Rosada por las tropas, Illia optó por retirarse. Al día siguiente asumió Onganía.

Su actividad posterior a la presidencia

Existe un amplio consenso en considerar a Illia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje, ademas de ser el unico presidente se Argentina que no aceptó la jubilacion de privilegio.

Está sepultado en el mismo panteón de los radicales Leandro N. Alem, e Hipólito Yrigoyen, en el Cementerio de la Recoleta

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PRESIDENTE DR. DON RAUL RICARDO ALFONSIN...por siempre!!!!!

EN ESTE MOMENTO QUIERO ESCRIBIR...PERO SIENTO UN NUDO EN LA GARGANTA...Y LAS LAGRIMAS BROTAN UNA ATRAS DE OTRA Y ME PREGUNTO QUE PONER???... SI PUEDO ESCRIBIR MUCHAS COSAS... PERO QUE MAS DE LO QUE YA SE A DICHO...
SOLO TRATAR DE EXPRESAR UN SENTIMIENTO Y TENGO UN RECUERDO...
RECUERDO CUANDO ME TENDISTE TU MANO Y YO LA TOME, UNA MANO FIRME...
Y AL VER TU MIRADA TRANSPARENTE QUE TRANSMITIA PAZ...ERA LO QUE MI ALMA NECESITABA...
TU VOZ ME DABA LAS FUERZAS PARA SALIR DEL DOLOR...
Y ME DEJE GUIAR...
ME ENSEÑASTE LOS VALORES ETICOS ESENCIALES DE LA VIDA...
MIS DERECHOS Y CON ELLOS LA LIBERTAD!!!
DE TUS LABIOS ESCUCHE CON VOZ FIRME Y CON SENTIDO ALGO QUE HABIA APRENDIDO DE MEMORIA Y NO ENTENDIA...
"constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino"
FUISTE PARA MI UN PADRE QUE ME ENSEÑO EL CAMINO...Y AL CAMINAR ESTE...ENCONTRE QUE ERAS LA LUZ...
Y CON LOS AÑOS ESE SENTIMIENTO SE FUE AGIGANTANDO CON TU FIGURA...
HOY YA NO ESTAS...Y SIENTO QUE SE NOS FUE EL "FARO DE LA DEMOCRACIA" PERO QUEDO TU LUZ PARA SIEMPRE ENCENDIDA...

UN TEXTO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR JAMAS:
"Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina."

QUE SIGNIFICA SER RADICAL

AUNQUE USTED NO LO CREA... ESTO ES ARGENTINA EN LA ERA KK!!!

MI MAMA ANDUVO CORTANDO LA RUTA

El periodista Osvaldo Bazan, nos cuenta con orgullo, la historia de su familia y el campo, una nota escrita con simpleza y sinceridad, pero tambien con orgullo.
Una nota para leer y recomendar...

Osvaldo Bazán

02.06.2008



Mejor, las rutas, porque estuvo por la 34, en Salto Grande, pero también por la 9, cerca de Armstrong, anduvo por Bouquet, cerca del límite con Córdoba, con mi madrina, con mi primo Horacio, que llega al piquete a la medianoche con su esposa y los chicos. Mi primo es de esa generación nueva de chacareros que eligieron no vivir en la ciudad, porque la ciudad ofrece menos oportunidades que el ancho mar de la soja. Trabaja el campo del abuelo, que ahora es de todos los tíos. Habla de igual a igual con el contador, el ingeniero agrónomo, el intendente del pueblo. Una noche en el corte asaron un lechón y lo compartieron con los camioneros. Otra noche fue un chivito. Horacio me dijo, hace unos años, en la época de Duhalde, caminando por entre miles de plantitas verdes: “yo no estoy en contra de las retenciones porque sé que es o las retenciones o la guerra civil. Pero es increíble que en la Capital nunca escuchen lo que nos pasa, sólo nos hablan para pedirnos”.
Recién hace tres años que la ruta que une Bouquet con cualquier otra localidad es asfaltada. Sin una 4 x 4 no llegaba al campo, los chicos no podían ir a la escuela y que a nadie se le ocurra enfermarse. No es una zona marginal. Es el centro exacto del planeta soja. De eso habla mi primo Horacio cuando habla de no ser escuchado.
Mi papá fue peón en el campo del padre de mi mamá.
Mi mamá también.
Ella era poco más que una nena rubia y él poco más que un adolescente morocho cuando se enamoraron y se prometieron una vida mejor. Ninguno de los dos pudo terminar la escuela primaria: se impuso el trabajo en el campo. En las mañanas con escarcha arrastraban entre las piernas la maleta –una especie de enorme tubo hecho con arpillera y cuero– que iban llenando con las mazorcas del maíz, antes de que existieran las cosechadoras. Ni él ni ella tenían zapatillas. A mis abuelos no les molestaba el trabajo infantil. Siempre les pareció una buena manera de aliviar la tarea. De ellos. Papá hacía muñequitas con las espigas más jóvenes de maíz.
Eran el juguete de mamá.
Mis abuelos se murieron sin haberse jamás dirigido la palabra. Se despreciaban.
El papá de mi papá era criollo, músico, borracho.
El papá de mi mamá era italiano, tacaño, quejoso.
Egoístas y machistas eran los dos.
Casi al mismo tiempo el país expulsaba al primero y seducía al segundo.
Al padre de mi papá lo llamaban los caciques del Partido Demócrata Progresista para que animara con su bandoneón los asados del comité. Le pagaban con vino, le daban la papeleta para que vote y se desentendían. El viejo se subía al sulky, seguido de los perros y se perdía en cualquier par de tetas provincianas. Dicen que tengo tíos no reconocidos en toda la provincia. Papá odiaba a su papá por eso. Su mamá sufrió en silencio la muerte de una hija recién nacida y el Dr. Silvestre Begnis le salvó la vida a mi papá, cuando ya estaba casi muerto.
Al padre de mi mamá Perón le dio un campito a pagar en cómodas cuotas y allá fue, con todos sus hijos. Trabajaba el abuelo, sí, pero cada dos por tres le hacía vender unas cuántas gallinas a la abuela. Con la plata que juntaba desaparecía cuatro o cinco días. No dejó hijos por la provincia. Sólo todo el dinero de las gallinas en las carreras de caballos en el Parque Independencia de Rosario y algunas putas enamoradas. Mientras tanto, la abuela, sola, en un rancho con nueve hijos y sin electricidad ni comunicación con los vecinos, no lloraba. Nunca vi a la abuela con un batón que no fuera negro.
Papá y mamá se vinieron a la Capital.
Él se convirtió en el mecanógrafo más rápido entre los oficinistas navales. Silbaba mientras escribía a máquina, virtud que hizo que una vez Francisco Manrique lo felicitara. También aprendió solito a sacar fotos para poder vivir sin patrones. Mamá entró como operaria en la Fábrica Argentina de Alpargatas (aún hoy dice, con no sé qué orgullo raro, “Fábrica Argentina de Alpargatas”), pero antes tuvo que sacar el carné peronista. Si no, no trabajaba. Entre sus peores recuerdos está la entrada del delegado a la fábrica para ordenarle que deje de pegar suelas y suba a un camión con un destino único: la Plaza de Mayo.
La ciudad no los sedujo. Apenas pudieron volvieron al pueblo, en Santa Fe. Él como fotógrafo, ella puso una zapatería, quizá para vengarse de la escarcha de la cosecha.
Hoy mamá tiene 73 años y un retazo de 11 hectáreas del campo aquel, que le da una renta anual de siete mil pesos. Mi mamá no habla de “el campo”. Ella habla de “los colonos”. Porque en el pueblo todavía se habla de “los colonos”. Papá –que nunca tuvo tierra– se reía de la aristocracia del pueblo: “Son ricos porque las vacas son infieles”, decía. Y les sacaba fotos y se las vendía, y así crecía el pueblito.
Lo que más llamó mi atención cuando me vine hace doce años a vivir a Buenos Aires es que en la Capital no se siente que el país sea más grande que este montón de casas, mientras que la presencia porteña en toda la Argentina es constante.
Hace días que me ronda la idea de que estas historias mínimas son las que se juegan en el “conflicto del campo”. Contarlas en Buenos Aires es lo que puedo hacer en nombre del lugar de donde vengo.

gentileza:Diario Crítica de la Argentina.

BASTA KRISTINA!!!

Los 25 años de la Democracia nos encuentran a los argentinos en una situación extremadamente preocupante. El fracaso del diálogo de los funcionarios del gobierno con los dirigentes ruralistas y el clima de confrontación que ello ha generado, debe llamarnos a todos a la reflexión y hacernos ver, que por esa vía no cabe esperar ninguna solución duradera. Solo el sano ejercicio democrático con sus componentes de disenso, discusión y diálogo, en un marco de respeto mutuo y de buena voluntad, nos despejará el camino hacia el consenso. Y nos preservará de los enfrentamientos sin retornos, que tanto nos han herido a lo largo de la historia. Solo una democracia plena asegura el marco del entendimiento hacia la armonización de los intereses en juego, resguardando lo más importante: el bien común. Ningún Pueblo ha alcanzado sus objetivos, sin haber alcanzado previamente objetivos básicos y unidad de metas. En nuestro caso y en esta especial circunstancia en el que el contexto internacional nos ofrece oportunidades que difícilmente se repetirán, resulta incomprensible que el desencuentro nos ponga de espaldas a esas posibilidades. Por ello, todos debemos contribuir, por las vías institucionales desde nuestros roles, instando a los protagonistas, al diálogo sereno, ofreciendo toda la colaboración, voluntad y prudencia. En definitiva, cuidando la democracia y su basamento republicano con desinterés, grandeza, actitudes constructivas y poniendo por encima de todos el destino de nuestra Patria.

UCR JUNTARÁ FIRMAS EN EL OBELISCO EN APOYO AL CAMPO


Mañana a las 12

El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, estará mañana a partir de las 12, en la Plaza de la República, recolectando firmas para la derogación de la resolución Nº 125 del 11 de marzo pasado, que aumenta y convierte en móviles a las retenciones, y por una ley que las coparticipe a las provincias.
En dicha actividad estará presente el titular de la UCR, Gerardo Morales, junto a
demás autoridades del radicalismo y la Juventud Radical.


El campo lanzará su contraofensiva mediática

LA NACION accedió a los spots de radio y TV y a las solicitadas que difundirán masivamente los productores; insisten en explicar que no son responsables de la inflación y critican la política agropecuaria
El conflicto entre el campo y el Gobierno ganará aún más presencia en los medios. El sector agropecuario tiene en las gateras su contraofensiva a la campaña mediática del Gobierno: con solicitadas en los principales diarios y spots para radio y televisión explicarán por qué “con la actual política agropecuaria ‘perdemos todos”.
En los videos, audios y solicitadas a los que tuvo acceso LA NACION, y que se difundirían masivamente los próximos días, el sector insiste en aclarar que los productores no tienen nada que ver con la inflación.
Así, esta campaña se revela como una nueva estrategia para reforzar la alianza que, desde el principio del conflicto, el campo trabó con los consumidores.
A tal punto que, tras repasar que esta política genera menos producción, menos oferta y por tanto más inflación, utiliza el nosotros inclusivo para afirmar: "Los argentinos estamos esperando una solución".
Según una fuente del sector, este lanzamiento se venía postergando “para no perjudicar las negociaciones con el Gobierno”. Sin embargo, en el actual contexto de enrarecimiento del conflicto, estudian comenzar la difusión.











EL 25 de mayo, los radicales vamos a Rosario

Se agotó el modelo de poder kirchnerista.


El próximo domingo 25 de mayo la Unión Cívica Radical dirá presente en el acto organizado por las entidades del campo en el Monumento a la Bandera de Rosario.
Es un acto por la democracia, por la dignidad, y por la lucha del campo.
La Unión Cívica Radical acompaña la legítima la lucha del sector agropecuario consciente de que ello significa la defensa del interés general.
El conflicto suscitado con el campo ha sido absolutamente innecesario. Los radicales, en claro apoyo y solidaridad con el campo bregamos por hallar cuanto antes una solución para no perder la colosal situación internacional que nos permita seguir creciendo.
Junto a intendentes, legisladores nacionales y provinciales, afiliados y simpatizantes, la conducción del Comité Nacional de la UCR hace extensiva la invitación a quienes deseen sumarse con su apoyo al acto convocado en el Monumento a la Bandera de Rosario el próximo domingo 25 de Mayo.
El lugar de encuentro será el Comité Central de la Ciudad de Rosario sito en la calle Paraguay 358, a las 10 horas.