sábado, 26 de abril de 2008

La versión K de civilización o barbarie

Las responsabilidades sociales y políticas en la actual reactivación de los esquemas binarios que nacieron con la historia argentina. La utilización de una supuesta guerra entre “gringos” y “negros” para postergar la incómoda discusión sobre los patrones de desigualdad del modelo productivo vigente. Cómo no quedar atrapados entre Sarmiento y D’Elía
En un artículo reciente publicado en un diario local, el historiador Ezequiel Adamovsky señalaba el papel de la dicotomía sarmientina –civilización o barbarie– en relación a la “cuestión racial”, afirmando que “el reciente conflicto entre los empresarios rurales y el Gobierno hizo visible la cuestión racial como nunca”, y que se impone un debate sobre la desigualdad y sobre la relación entre lo “gringo” y lo “negro” en nuestra historia y nuestro presente. En líneas generales, acordamos con lo expresado en dicho artículo: ¿acaso alguien podría negar la reactivación de prejuicios clasistas y racistas que se produjeron en los últimos tiempos en la Argentina, a raíz del tan mentado conflicto con los sectores agrarios? ¿Podría soslayarse la hipocresía que reside en ciertos sectores que consideran que en nuestro país “no hay racismo”, cuando éste constituye una de las bases históricas en el proceso de construcción de la Nación, allá hacia fines del siglo XIX?
Pero quisiera discrepar con Adamovsky, así como polemizar con otras visiones difundidas en diversos medios, para traer aquí dos cuestiones que complejizan el cuadro actual y nos plantean preguntas acerca de las responsabilidades sociales y políticas en la actual reactivación de los esquemas binarios.
La imagen sarmientina tuvo varios usos a lo largo de la historia argentina. No sólo funcionó como representación social, esto es, como gran relato nacional, sino también como principio de legitimación política, en manos de las clases dirigentes. En este sentido, Civilización o barbarie fue uno de los pilares fundamentales de la doctrina y del programa liberal puesto en marcha en 1880. Como discurso del orden, era portador de una doble dimensión: planteaba la exclusión (era el principio en nombre del cual se había eliminado y marginalizado a una parte de la población nativa), al tiempo que proponía un modelo de integración (el proyecto “civilizador”), basado en la ideología del progreso socioeconómico, la inmigración masiva y la generalización de la educación. Claro que ese tipo de progreso sólo era concebido a partir de la eliminación y absorción del polo “adversario” (indígenas y gauchos levantiscos).
Pero los avatares posteriores de la imagen sarmientina no resisten un examen lineal. Así, por ejemplo, durante la Argentina del Centenario, el inmigrante, que había recibido su canto de bienvenida, devino pronto objeto de sospecha: las crecientes organizaciones sindicales y sus huelgas, la “deformación” de la lengua, los suburbios peligrosos, generaron grandes temores sociales. Todo se fue mezclando para que el inmigrante perdiera su condición de antiguo paradigma del progreso y se transformara, en manos de la elite, en la “nueva clase peligrosa” que amenazaba el orden social, sacudido por las recientes transformaciones.
Así, la “cuestión obrera” nació ligada a la “cuestión inmigrante”, y por esta misma vía, se vinculó con la “cuestión nacional”, que cobraría centralidad hacia 1910. La exclusión política se cruzó con la xenofobia y se cristalizó en medidas de expulsión a extranjeros y en cruentas masacres a obreros
El nacionalismo cultural tuvo su momento de gloria, cuando Lugones en 1913, en un teatro colmado por la elite, realizó de un modo nada ingenuo el rescate del gaucho (a esa altura, ya vencido y domesticado), declarando poema emblemático de la nacionalidad al Martín Fierro.
¿Por qué hacer hincapié en esta transformación tan lejana del gringo-inmigrante, como símbolo del progreso, al gringo-obrero como clase peligrosa? ¿Por qué traer este “momento”, si sabemos que la historia –política y a la vez cultural– de nuestras antinomias no termina allí? ¿Quién podría ignorar acaso que el yrigoyenismo y sobre todo el peronismo padecieron la portentosa productividad política del esquema sarmientino, en donde no se escatimaron las metáforas animalescas o las referencias al “monstruo”?
La cuestión no tiene que ver sólo con el “sujeto social” (del cual se habló mucho) sino con las lógicas políticas puestas en juego. Es que los esquemas binarios funcionan como representaciones sociales, y a la vez como mecanismos de deslegitimación política, en manos de los gobiernos.
Así, el esquema sarmientino habilita fácilmente una utilización política en términos de “clase peligrosa”. Si apelamos a la memoria corta podremos recordar que en los últimos años, esta imagen resurgió fuertemente asociada a las poblaciones pobres movilizadas. Claro, no se trataba de gringos blancos ni tampoco remitían al esquema clásico de la clase obrera movilizada, sino de los desocupados, mucho más vulnerables al descrédito. Eso sucedió con mayor fuerza a partir de 2002-2003, con la entrada de las organizaciones piqueteras a los espacios tradicionales de la política (Buenos Aires, sus calles y sus plazas). Junto a la demanda de “normalidad”, hubo una poderosa reactivación de la figura fantasmática de la barbarie, que tomó rápidamente coloraciones racistas y sarmientinas. Sobre éstas se montó el gobierno de Néstor Kirchner con el fin de “disciplinar” y marginalizar a las organizaciones díscolas.
No es mi intención ponerme nostálgica, pero sí recordar que, lejos de ser algo motorizado por el conflicto actual entre el Gobierno y los sectores del campo, hay que remontarse a esta parte de la historia reciente, para reflexionar cuánto de “aprendiz de brujo” o sencillamente de “efecto búmeran” hay en la reactualización de estas representaciones tan deplorables.
El intento serviría para dar cuenta de las responsabilidades políticas específicas, y no caer tan fácilmente en la política de la (auto)victimización. Serviría también para recordar que las reapropiaciones sucesivas de la imagen sarmientina aparecen vinculadas con las luchas y conflictos de cada época. Así, hay momentos fuertes, de inflexión política, que implican giros, reposicionamientos, relecturas y hasta inversión de contenidos.
Todo esquema binario reclama interdependencias; un polo no existe sin el otro, e históricamente el peronismo se ha hecho cargo de esto. Así, realizó una contrautilización virulenta de dichas representaciones binarias, dotándolas de un sentido positivo (pueblo vs. antipueblo) y contribuyendo a su instalación como gran relato nacional.
En diversos artículos y opiniones vertidas sobre el conflicto entre el Gobierno y los sectores del campo se advierte esta contrautilización, a través de respuestas tajantes y unilaterales (del tipo, “existe una línea divisoria”, “no hay lugar para los tibios”) que incluyen desde la defensa del actual Gobierno como supuesta encarnación de una tradición histórica (la matriz nacional-popular), hasta el llamado a la victimización (“somos los negritos”, al estilo D´Elía).
A esta interpelación excluyente, debe responderse de manera clara, cambiando de registro: se puede (y se debe) discutir en qué medida el gobierno de los Kirchner representa o no una continuidad de los moldes de dominación instalados en los 90; en qué sentido las discusiones actuales apuntan al cambio de los patrones de desigualdad y a un real cuestionamiento del modelo productivo vigente. Pero lo que es francamente inaceptable –provenga de intelectuales, periodistas o de la clase política– es discutirlo a partir de la aceptación del esquema binario (“si no se está con nosotros, se está con ellos). Y ésa es la trampa que se busca imponernos: unos, invocando el supuesto carácter “nacional y popular” del Gobierno; otros, mirando con un solo ojo cómo transpiran prejuicios clasistas y racistas, movileros, gringos propietarios o clases medias blancas, caceroleras o no.
Nadie duda de que, de cara al Bicentenario, resulta imprescindible debatir sobre las representaciones socioculturales que encubren desigualdades históricas o genocidios, que hoy se continúan por otros medios. Por ejemplo, habría que ver cuán productiva sigue siendo la idea de territorio “vaciable” o aun de “desierto”, que hoy impulsan gobiernos provinciales y empresas transnacionales, para legitimar la expansión de la frontera energética y minera (no sólo la sojera), así como la venta de grandes extensiones de la Patagonia a propietarios extranjeros. Pero para debatir todo esto tendremos que mirar de frente, con ambos ojos, juntando cada una de las piezas del tablero y apelando al conjunto de nuestras memorias.

fuente: Critica digital
Por Maristella Svampa*
* Psicologa

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PRESIDENTE DR. DON RAUL RICARDO ALFONSIN...por siempre!!!!!

EN ESTE MOMENTO QUIERO ESCRIBIR...PERO SIENTO UN NUDO EN LA GARGANTA...Y LAS LAGRIMAS BROTAN UNA ATRAS DE OTRA Y ME PREGUNTO QUE PONER???... SI PUEDO ESCRIBIR MUCHAS COSAS... PERO QUE MAS DE LO QUE YA SE A DICHO...
SOLO TRATAR DE EXPRESAR UN SENTIMIENTO Y TENGO UN RECUERDO...
RECUERDO CUANDO ME TENDISTE TU MANO Y YO LA TOME, UNA MANO FIRME...
Y AL VER TU MIRADA TRANSPARENTE QUE TRANSMITIA PAZ...ERA LO QUE MI ALMA NECESITABA...
TU VOZ ME DABA LAS FUERZAS PARA SALIR DEL DOLOR...
Y ME DEJE GUIAR...
ME ENSEÑASTE LOS VALORES ETICOS ESENCIALES DE LA VIDA...
MIS DERECHOS Y CON ELLOS LA LIBERTAD!!!
DE TUS LABIOS ESCUCHE CON VOZ FIRME Y CON SENTIDO ALGO QUE HABIA APRENDIDO DE MEMORIA Y NO ENTENDIA...
"constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino"
FUISTE PARA MI UN PADRE QUE ME ENSEÑO EL CAMINO...Y AL CAMINAR ESTE...ENCONTRE QUE ERAS LA LUZ...
Y CON LOS AÑOS ESE SENTIMIENTO SE FUE AGIGANTANDO CON TU FIGURA...
HOY YA NO ESTAS...Y SIENTO QUE SE NOS FUE EL "FARO DE LA DEMOCRACIA" PERO QUEDO TU LUZ PARA SIEMPRE ENCENDIDA...

UN TEXTO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR JAMAS:
"Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina."

QUE SIGNIFICA SER RADICAL

AUNQUE USTED NO LO CREA... ESTO ES ARGENTINA EN LA ERA KK!!!

MI MAMA ANDUVO CORTANDO LA RUTA

El periodista Osvaldo Bazan, nos cuenta con orgullo, la historia de su familia y el campo, una nota escrita con simpleza y sinceridad, pero tambien con orgullo.
Una nota para leer y recomendar...

Osvaldo Bazán

02.06.2008



Mejor, las rutas, porque estuvo por la 34, en Salto Grande, pero también por la 9, cerca de Armstrong, anduvo por Bouquet, cerca del límite con Córdoba, con mi madrina, con mi primo Horacio, que llega al piquete a la medianoche con su esposa y los chicos. Mi primo es de esa generación nueva de chacareros que eligieron no vivir en la ciudad, porque la ciudad ofrece menos oportunidades que el ancho mar de la soja. Trabaja el campo del abuelo, que ahora es de todos los tíos. Habla de igual a igual con el contador, el ingeniero agrónomo, el intendente del pueblo. Una noche en el corte asaron un lechón y lo compartieron con los camioneros. Otra noche fue un chivito. Horacio me dijo, hace unos años, en la época de Duhalde, caminando por entre miles de plantitas verdes: “yo no estoy en contra de las retenciones porque sé que es o las retenciones o la guerra civil. Pero es increíble que en la Capital nunca escuchen lo que nos pasa, sólo nos hablan para pedirnos”.
Recién hace tres años que la ruta que une Bouquet con cualquier otra localidad es asfaltada. Sin una 4 x 4 no llegaba al campo, los chicos no podían ir a la escuela y que a nadie se le ocurra enfermarse. No es una zona marginal. Es el centro exacto del planeta soja. De eso habla mi primo Horacio cuando habla de no ser escuchado.
Mi papá fue peón en el campo del padre de mi mamá.
Mi mamá también.
Ella era poco más que una nena rubia y él poco más que un adolescente morocho cuando se enamoraron y se prometieron una vida mejor. Ninguno de los dos pudo terminar la escuela primaria: se impuso el trabajo en el campo. En las mañanas con escarcha arrastraban entre las piernas la maleta –una especie de enorme tubo hecho con arpillera y cuero– que iban llenando con las mazorcas del maíz, antes de que existieran las cosechadoras. Ni él ni ella tenían zapatillas. A mis abuelos no les molestaba el trabajo infantil. Siempre les pareció una buena manera de aliviar la tarea. De ellos. Papá hacía muñequitas con las espigas más jóvenes de maíz.
Eran el juguete de mamá.
Mis abuelos se murieron sin haberse jamás dirigido la palabra. Se despreciaban.
El papá de mi papá era criollo, músico, borracho.
El papá de mi mamá era italiano, tacaño, quejoso.
Egoístas y machistas eran los dos.
Casi al mismo tiempo el país expulsaba al primero y seducía al segundo.
Al padre de mi papá lo llamaban los caciques del Partido Demócrata Progresista para que animara con su bandoneón los asados del comité. Le pagaban con vino, le daban la papeleta para que vote y se desentendían. El viejo se subía al sulky, seguido de los perros y se perdía en cualquier par de tetas provincianas. Dicen que tengo tíos no reconocidos en toda la provincia. Papá odiaba a su papá por eso. Su mamá sufrió en silencio la muerte de una hija recién nacida y el Dr. Silvestre Begnis le salvó la vida a mi papá, cuando ya estaba casi muerto.
Al padre de mi mamá Perón le dio un campito a pagar en cómodas cuotas y allá fue, con todos sus hijos. Trabajaba el abuelo, sí, pero cada dos por tres le hacía vender unas cuántas gallinas a la abuela. Con la plata que juntaba desaparecía cuatro o cinco días. No dejó hijos por la provincia. Sólo todo el dinero de las gallinas en las carreras de caballos en el Parque Independencia de Rosario y algunas putas enamoradas. Mientras tanto, la abuela, sola, en un rancho con nueve hijos y sin electricidad ni comunicación con los vecinos, no lloraba. Nunca vi a la abuela con un batón que no fuera negro.
Papá y mamá se vinieron a la Capital.
Él se convirtió en el mecanógrafo más rápido entre los oficinistas navales. Silbaba mientras escribía a máquina, virtud que hizo que una vez Francisco Manrique lo felicitara. También aprendió solito a sacar fotos para poder vivir sin patrones. Mamá entró como operaria en la Fábrica Argentina de Alpargatas (aún hoy dice, con no sé qué orgullo raro, “Fábrica Argentina de Alpargatas”), pero antes tuvo que sacar el carné peronista. Si no, no trabajaba. Entre sus peores recuerdos está la entrada del delegado a la fábrica para ordenarle que deje de pegar suelas y suba a un camión con un destino único: la Plaza de Mayo.
La ciudad no los sedujo. Apenas pudieron volvieron al pueblo, en Santa Fe. Él como fotógrafo, ella puso una zapatería, quizá para vengarse de la escarcha de la cosecha.
Hoy mamá tiene 73 años y un retazo de 11 hectáreas del campo aquel, que le da una renta anual de siete mil pesos. Mi mamá no habla de “el campo”. Ella habla de “los colonos”. Porque en el pueblo todavía se habla de “los colonos”. Papá –que nunca tuvo tierra– se reía de la aristocracia del pueblo: “Son ricos porque las vacas son infieles”, decía. Y les sacaba fotos y se las vendía, y así crecía el pueblito.
Lo que más llamó mi atención cuando me vine hace doce años a vivir a Buenos Aires es que en la Capital no se siente que el país sea más grande que este montón de casas, mientras que la presencia porteña en toda la Argentina es constante.
Hace días que me ronda la idea de que estas historias mínimas son las que se juegan en el “conflicto del campo”. Contarlas en Buenos Aires es lo que puedo hacer en nombre del lugar de donde vengo.

gentileza:Diario Crítica de la Argentina.

BASTA KRISTINA!!!

Los 25 años de la Democracia nos encuentran a los argentinos en una situación extremadamente preocupante. El fracaso del diálogo de los funcionarios del gobierno con los dirigentes ruralistas y el clima de confrontación que ello ha generado, debe llamarnos a todos a la reflexión y hacernos ver, que por esa vía no cabe esperar ninguna solución duradera. Solo el sano ejercicio democrático con sus componentes de disenso, discusión y diálogo, en un marco de respeto mutuo y de buena voluntad, nos despejará el camino hacia el consenso. Y nos preservará de los enfrentamientos sin retornos, que tanto nos han herido a lo largo de la historia. Solo una democracia plena asegura el marco del entendimiento hacia la armonización de los intereses en juego, resguardando lo más importante: el bien común. Ningún Pueblo ha alcanzado sus objetivos, sin haber alcanzado previamente objetivos básicos y unidad de metas. En nuestro caso y en esta especial circunstancia en el que el contexto internacional nos ofrece oportunidades que difícilmente se repetirán, resulta incomprensible que el desencuentro nos ponga de espaldas a esas posibilidades. Por ello, todos debemos contribuir, por las vías institucionales desde nuestros roles, instando a los protagonistas, al diálogo sereno, ofreciendo toda la colaboración, voluntad y prudencia. En definitiva, cuidando la democracia y su basamento republicano con desinterés, grandeza, actitudes constructivas y poniendo por encima de todos el destino de nuestra Patria.

UCR JUNTARÁ FIRMAS EN EL OBELISCO EN APOYO AL CAMPO


Mañana a las 12

El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, estará mañana a partir de las 12, en la Plaza de la República, recolectando firmas para la derogación de la resolución Nº 125 del 11 de marzo pasado, que aumenta y convierte en móviles a las retenciones, y por una ley que las coparticipe a las provincias.
En dicha actividad estará presente el titular de la UCR, Gerardo Morales, junto a
demás autoridades del radicalismo y la Juventud Radical.


El campo lanzará su contraofensiva mediática

LA NACION accedió a los spots de radio y TV y a las solicitadas que difundirán masivamente los productores; insisten en explicar que no son responsables de la inflación y critican la política agropecuaria
El conflicto entre el campo y el Gobierno ganará aún más presencia en los medios. El sector agropecuario tiene en las gateras su contraofensiva a la campaña mediática del Gobierno: con solicitadas en los principales diarios y spots para radio y televisión explicarán por qué “con la actual política agropecuaria ‘perdemos todos”.
En los videos, audios y solicitadas a los que tuvo acceso LA NACION, y que se difundirían masivamente los próximos días, el sector insiste en aclarar que los productores no tienen nada que ver con la inflación.
Así, esta campaña se revela como una nueva estrategia para reforzar la alianza que, desde el principio del conflicto, el campo trabó con los consumidores.
A tal punto que, tras repasar que esta política genera menos producción, menos oferta y por tanto más inflación, utiliza el nosotros inclusivo para afirmar: "Los argentinos estamos esperando una solución".
Según una fuente del sector, este lanzamiento se venía postergando “para no perjudicar las negociaciones con el Gobierno”. Sin embargo, en el actual contexto de enrarecimiento del conflicto, estudian comenzar la difusión.











EL 25 de mayo, los radicales vamos a Rosario

Se agotó el modelo de poder kirchnerista.


El próximo domingo 25 de mayo la Unión Cívica Radical dirá presente en el acto organizado por las entidades del campo en el Monumento a la Bandera de Rosario.
Es un acto por la democracia, por la dignidad, y por la lucha del campo.
La Unión Cívica Radical acompaña la legítima la lucha del sector agropecuario consciente de que ello significa la defensa del interés general.
El conflicto suscitado con el campo ha sido absolutamente innecesario. Los radicales, en claro apoyo y solidaridad con el campo bregamos por hallar cuanto antes una solución para no perder la colosal situación internacional que nos permita seguir creciendo.
Junto a intendentes, legisladores nacionales y provinciales, afiliados y simpatizantes, la conducción del Comité Nacional de la UCR hace extensiva la invitación a quienes deseen sumarse con su apoyo al acto convocado en el Monumento a la Bandera de Rosario el próximo domingo 25 de Mayo.
El lugar de encuentro será el Comité Central de la Ciudad de Rosario sito en la calle Paraguay 358, a las 10 horas.