viernes, 4 de abril de 2008

Historia de la Unión Cívica Radical: 1955-1972

Balbín y Frondizi, dos caminos para la UCR

El 16 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas argentinas con el apoyo de una gran parte de los partidos políticos opositores, dieron un golpe de estado y derrocaron al presidente Juan D. Perón dando inicio a la llamada Revolución Libertadora. Dentro de la Unión Cívica Radical se abrió entonces un debate, que también se presentó en los demás partidos políticos, referido a la posición a adoptar frente al peronismo, así como con las medidas sociales y económicas tomadas durante el gobierno justicialista.
Un sector del radicalismo propondría una estrategia de alianza y democratización del peronismo. Otro sector propondría una estrategia de prohibición y represión del peronismo. El enfrentamiento entre ambos sectores llevó a la fractura de la Unión Cívica Radical al finalizar 1956 en dos partidos: Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) dirigida por Frondizi, y Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Balbín.
La UCRI llegaría al gobierno con la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962), y la UCRP llegaría al gobierno con la presidencia de Arturo Illia (1963-1966). Ambos fueron derrocados por sendos golpes militares.
Durante la dictadura militar denominada Revolución Argentina (1966-1972) la UCRI y la UCRP adoptaron distintas estrategias. La UCRI apoyó a un sector nacionalista del ejército que asumió la presidencia con Levingston en 1970. En la UCRP, por su parte, apareció una juventud radical que enfrentó a la dictadura, mientras la conducción balbinista iniciaba un diálogo sostenido con Perón y cierta vinculación con el gobierno del general Lanusse.
En 1972 el gobierno militar dictó un nuevo Estatuto de los Partidos Políticos y la justicia le asignó el nombre Unión Cívica Radical a la UCRP, prohibiéndole a la UCRI continuar en el uso de esa denominación, que entonces la cambió por Partido Intransigente, aunque siempre sostuvo ser continuación histórica del partido fundado por Leandro Alem en 1891.

La división de la UCR

En septiembre de 1955, ni bien instalado el gobierno militar de la Revolución Libertadora, se manifiestaron dos grandes tendencias dentro del espectro antiperonista:

* un sector buscaba reestablecer alguna forma de acercamiento y conciliación con el peronismo;
* otro sector buscaba "desperonizar" el país, mediante una estricta política represiva del peronismo y los sindicatos.

Dentro del gobierno el sector conciliador estaba representado por el presidente, el General Eduardo Lonardi, mientras que el segundo sector duro estaba representado por el vice-presidente, el almirante Isaac Rojas y la Marina en general.

El 10 de noviembre de 1955 se constituyó una Junta Consultiva del gobierno militar, presidida por el almirante Rojas, e integrada por representantes de los partidos políticos con excepción del peronismo y el comunismo. Los miembros en representación de la Unión Cívica Radical fueron los unionistas Juan Gauna y Miguel Angel Zavala Ortiz y los intransigentes Oscar Alende y Oscar López Serrot. Dos días después, renunciaron Rojas y todos los miembros, menos los dos representantes de la Unión Federal, con el fin de presionar la renuncia de Lonardi. El 15 de noviembre renunció Lonardi y asumió como presidente el general Aramburu, fortaleciéndose la línea antiperonista dura.
En la UCR nuevamente volvieron a presentarse dos posiciones fuertemente opuestas: los unionistas y algunos intransigentes participaron activamente en la Revolución Libertadora, incluso formando Comandos Civiles paramilitares para tomar sindicatos y reprimir a los grupos peronistas. Otro sector, mayoritariamente intransigente, propuso una posición crítica frente a la Revolución Libertadora, proponiendo buscar un acuerdo con el peronismo y oponiéndose al desmantelamiento del Estado de Bienestar creado durante el gobierno de Perón.
Uno de los actos que más se ha cuestionado a la Junta Consultiva fue su aval al fusilamiento de 27 civiles y militares con que el gobierno militar castigó el alzamiento peronista dirigido por el general Valle en junio de 1956, un hecho que por su inclemencia no tenía antecedentes en la historia argentina.
El 9 de noviembre de 1956 se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR. El Movimiento de Intransigencia y Renovación, crítico del gobierno militar, propuso tomar la iniciativa y presionarlo mediante la designación de una fórmula presidencial. Los balbinistas (separados recientemente del MIR), unionistas y sabattinistas, más cercanos a la Revolución Libertadora, rechazaron la propuesta. La Convención Nacional votó a favor de la propuesta intransigente y eligió a Arturo Frondizi como candidato a presidente de la Nación. Los unionistas, balbinistas y sabattinistas, abandonaron entonces la Convención y el 10 de febrero de 1957 formaron un nuevo partido.
Ambos partidos radicales tomaron el nombre de Unión Cívica Radical Intransigente, conducido por Arturo Frondizi, y Unión Cívica Radical del Pueblo, conducido por Ricardo Balbín.
Los intransigentes (UCRI) definieron rápidamente una posición inspirada en la Declaración de Avellaneda pero adaptada a la situación de posguerra, atrayendo a una gran cantidad de sectores juveniles y progresistas extrapartidarios, como los socialistas Dardo Cúneo y Guillermo Estévez Boero, o el forjista Raúl Scalabrini Ortiz, que se caracterizaban por un posición de centro-izquierda nacional no antiperonista, así como por el pensamiento desarrollista sostenido por Rogelio Frigerio desde la revista Qué.
La Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) fue controlada desde un principio por los unionistas, encabezados por Ernesto Sammartino y se vinculó al jefe del gobierno militar, General Aramburu (Potash II, 346-349), para aparecer frente a la opinión pública como expresión política de la Revolución Libertadora.

Reforma de la Constitución Nacional de 1957

El 28 de julio de 1957 se realizan elecciones de representantes para reformar la Constitución Nacional. Proscripto el peronismo los dos partidos políticos principales son radicales. Triunfó la Unión Cívica Radical del Pueblo que obtuvo 2.117.160 votos contra la Unión Cívica Radical Intransigente que obtuvo 1.821.459 votos. Pero debido a que los votos en blanco no se computan, pocos repararon en las consecuencias políticas del hecho de que las personas que votaron en blanco (2.119.147) superaron al partido más votado, la UCRP. La mayor parte de esos votos en blanco provenían de peronistas cuyo partido había sido ilegalizado.
Los convencionales a UCRI, encabezados por Oscar Alende, sostuvieron la ilegalidad de la Convención Constituyente convocada por el gobierno militar y se retiraron. La UCRP por el contrario participó activamente de la misma. Sin embargo, un amplio sector de la UCRP no estaba de acuerdo en incorporar los derechos sociales a la Constitución Nacional y pretendía simplemente reinstalar la Constitución de 1853. En ese momento cumplió un importante rol Crisólogo Larralde que Fernando Blanco Muiño relata así:
"La tarea más importante impulsada por Larralde y que se vincula directamente con el pensamiento social del radicalismo es, sin dudas, la inclusión del artículo 14 bis en nuestra Constitución Nacional. La Convención Constituyente de 1957 debía receptar los derechos sociales que la legislación moderna había ido incorporando y que el texto de 1853 no incluyó. Las fuerzas políticas que integraron esa convención no estaban muy convencidas de hacerlo pues ello significaría, por un lado, eliminar privilegios de las clases dominantes y por el otro, reconocer los aportes llevados adelante por el derrocado gobierno de Juan Perón. En ese marco se discutió la incorporación del artículo 14 bis reconociéndose que un sector importante del bloque radical no quería acompañar su inclusión. Entonces, Larralde, Presidente del Comité Nacional, viajó a Santa Fe y monitoreó personalmente el comportamiento de cada convencional, llegando a sentarse al fondo del recinto el día de la votación, con el fin de garantizar que todos apoyaran la redacción propuesta. Y así sucedió, lo que permitió incluir el artículo y modernizar, de esa manera, nuestro texto constitucional".

En la elaboración del artículo 14 bis tuvo un papel destacado el convencional balbinista entrerriano Luis María Jaureguiberry, de la UCRP quien en el debate destacaba definió el artículo como "una transacción de contenido histórico entre los que querían mantener la intangibilidad de la Carta del 53 en su redacción y los que deseábamos colocarnos en nuevos tiempos para no marchar a la zaga en principios de avanzada social".

Inmediatamente después de aprobado el artículo 14 bis referido a los derechos del trabajo, los convencionales conservadores y sabattinistas se retiraron de la Convención Constituyente dejándola definitivamente sin quórum para evitar que se siguiera avanzando en la sanción de derechos sociales y económicos. El hecho fue duramente criticado desde las fuerzas políticas progresistas.

Elecciones presidenciales de 1958

El 23 de febrero de 1958 se realizó la elección para presidente. Los dos principales candidatos son radicales: Arturo Frondizi por la UCRI y Ricardo Balbín por la UCRP. La población que adhería al peronismo se volcó francamente en favor de Frondizi, quien triunfó con 4.049.230 votos en todas las provincias, contra 2.416.408 votos que obtuvo Balbín.

La victoria de la UCRI cayó como un balde frío en las Fuerzas Armadas, pero las presiones de los sectores que promovían instalar un gobierno militar duradero, llamados "quedantistas" en aquel entonces, fracasaron.

Gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962)

Su periodo de gobierno se caracterizó por adoptar el desarrollismo como política básica de gobierno, a partir de las recomendaciones de la CEPAL y las definiciones de la llamada teoría de la dependencia desarrollada a partir de los años 1950 por intelectuales de toda América Latina.

Sus principales colaboradores fueron: Rogelio Frigerio, Gabriel del Mazo (uno de los padres de la Reforma Universitaria), Oscar Alende (gobernador de la provincia de Buenos Aires), Roque Vítolo, Rodolfo Martínez.
Con el fin de promover la industrialización acelerada del país promovió el ingreso del capital industrial extranjero. Profundizó la política petrolera de apertura al capital extranjero impulsada por Perón desde 1952 y firmando contratos con las empresas privadas para subsidiar la explotación del petróleo argentino.
En un curso político similar, autorizó el funcionamiento de las universidades privadas, en gran medida presionado por la Iglesia Católica.
Sus políticas económicas y educativas generaron gran resistencia entre los sindicatos y el movimiento estudiantil, como las grandes huelgas de los trabajadores petroleros, ferroviarios, de la carne, bancarios y metalúrgicos. En 1959 se producen también las grandes movilizaciones obrero-estudiantiles organizadas por la FUA contra las universidades privadas conocidas por uno de sus slogans: Laica o Libre.
Las protestas populares fueron duramente reprimidas llegando a utilizar el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), elaborado durante el peronismo, aunque nunca puesto en práctica, que ponía a los manifestantes bajo jurisdicción de los tribunales militares.
Durante el gobierno de Frondizi se sancionó una nueva Ley Sindical. Se triplicó la producción de petróleo obteniéndose el autoabastecimiento. Se pusieron en marcha grandes proyectos hidroeléctricos como el Chocón. Se construyó una extensa red caminera. Se dio gran impulso a la petroquímica, la siderurgia, la tecnificación del agro y la multiplicación de escuelas de educación técnica, abriendo una década (1963-1974) en la que Argentina registrará las tasas de crecimiento más altas del mundo y se eliminará prácticamente la pobreza.
El gobierno de Frondizi estuvo sumamente restringido por el poder militar. Sufrió 26 asonadas militares y 6 intentos de golpe de estado. En cada caso los militares imponían nuevas condiciones, que entre otras cosas se manifestaron en los funcionarios conservadores que debió incluir en su gabinete, como de Alvaro Alsogaray y Roberto Alemann, en el ministerio de Economía, y otras personalidades como Miguel Ángel Cárcano, Federico Pinedo, y Carlos Muñiz, todas ajenas a la UCRI.
Su política exterior se caracterizó por mantener una clara posición independiente, estableciendo buenas relaciones con la administración de John F. Kennedy, y al mismo tiempo se opuso a la expulsión de Cuba de la OEA, reuniéndose con el argentino y representante del gobierno cubano Ernesto Guevara en la residencia presidencial de Olivos.
En 1961 Frondizi anuló la ilegalización del peronismo. En las elecciones de 1962 el peronismo ganó la gobernación de 10 de las 14 provincias, incluida la poderosa Provincia de Buenos Aires, donde triunfó el combativo dirigente sindical textil Andrés Framini.
Las Fuerzas Armadas exigieron que Frondizi anulara las elecciones, lo que no sucedió, desencadenando el golpe de estado que lo derrocó, el 29 de marzo de 1962. Frondizi, fue arrestado y confinado en la isla Martín García y más tarde en Bariloche hasta 1963. Luego de una serie de hechos tragicómicos, la presidencia le es arrebatado a los militares golpistas por una maniobra de uno de los miembros de la Corte Suprema, Julio Oyhanarte y el ministro del Interior, Rodolfo Martínez. Aprovechando el agotamiento de los líderes golpistas que se habían ido a dormir una vez concluido el golpe, Oyhanarte organizó el juramento como presidente, del presidente del Senado José María Guido. Al despertarse, azorados, los líderes militares le tomaron un examen en la Casa Rosada al nuevo presidente, autorizándolo a seguir en su cargo y asentando en un acta las medidas que el nuevo presidente debía adoptar (entre ellas anular las elecciones).
Arturo Frondizi aún detenido, promoverá primero la creación de un frente entre la UCRI y el peronismo, llamado Frente Nacional y Popular. Pero un sector mayoritario de la UCRI decide separarse del frente y presentar como candidato propio a Oscar Alende, haciendo fracasar así el intento de alianza.
Desde su confinamiento en Bariloche, Frondizi le envía una carta a Oscar Alende que fue publicada en el diario La Prensa el 30 de mayo de 1963 en donde dice:
"Desde que el radicalismo intransigente se ha manifestado como expresión política diferenciada, ha adoptado por objetivo fundamental unir las capas populares y orientar la participación de los trabajadores hacia las grandes soluciones nacionales (...). Toda actitud que excluya la participación orgánica del justicialismo en la construcción de una gran nación conspira contra la República, contra el pueblo y contra la esencia misma del radicalismo".
Desde ese momento, Frondizi decide abandonar el radicalismo, en sus dos expresiones partidarias (UCRI y UCRP) y construir un partido desarrollista: el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).

Gobierno de Arturo Illia (1963-1966)

El 7 de julio de 1963 se realizaron las elecciones presidenciales. Los candidatos peronistas fueron ilegalizados nuevamente. Por esa razón, otra vez los dos candidatos principales fueron radicales: Arturo Illia de la UCRP, y Oscar Alende de la UCRI. En la UCRP Ricardo Balbín y Miguel Angel Zavala Ortiz (unionista) habían renunciado a ser candidatos, presionados por la derrota del "ala conservadora" de la UCRP en 1958, pero también porque pensaban que la UCRI volvería a ganar, repitiendo la alianza con el peronismo inhabilitado para presentarse a elecciones. Pero en la UCRI, los sectores no identificados la estrategia de alianza con el peronismo impulsada por Frondizi desde su reclusión, fracturaron el partido y presentaron la candidatura presidencial de Alende.
El 28 de julio de 1957 se realizaron elecciones con el siguiente resultado:
Elecciones presidenciales de 1963
Partido Cantidad de votos
Unión Cívica Radical del Pueblo-UCRP (Illia) 2.441.064
en blanco 1.827.464
Unión Cívica Radical Intransigente -UCRI (Alende) 1.593.992
UDELPA (Aramburu) 728.662
Demócrata Progresista 633.934
Partidos del Centro (Olmos) 499.822
Demócrata Cristiano (Sueldo) 324.723
Socialista Argentino (Palacios) 288.339
Socialista Democrático (Orgaz) 258.787

Una vez más, la cantidad de votos en blanco, que expresaban al electorado peronista impedido de votar, sumaba un gran porcentaje. Curiosamente, en esta elección, los votos en blanco fueron declarados válidos, para excluir a los partidos más pequeños, que precisaban alcanzar el piso del 3% de los votos válidos para poder ingresar al Parlamento.
La UCRP ganó en 12 provincias (Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Chubut, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Misiones, Río Negro, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero); la UCRI se impuso en 4 provincias (Corrientes, Jujuy, La Pampa y Tucumán). Otros partidos se impusieron en 6 provincias.
Illía era un médico radical intransigente radicado en Córdoba donde había sido vice-gobernador entre 1940-1943 siguiendo a Santiago del Castillo, y elegido gobernador en las anuladas elecciones de 1962. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR) en 1945, perteneciente a la Línea Córdoba, o sabattinista, y sus posturas en general eran más progresistas que las de Balbín. En gran medida inspiraría su gobierno en Declaración de Avellaneda elaborada dos décadas atrás.
El 12 de octubre de 1963 asumió Arturo Illia como presidente. Su vice-presidente fue Carlos Humberto Perette.

Al formar el gabinete, Illia utilizó una política llamada en aquel entonces de "equilibrio pendular", buscando equilibrar las tres grandes tendencias que en ese momento se habían organizado en la UCRP:

* la coalición unionista-larraldista (Crisólogo Larralde había muerto en 1962)
* el balbinismo
* la Línea Córdoba o sabattinistas, base de apoyo de Illia.

El gabinete estableció un equilibrio preciso entre unionistas y balbinistas. Los balbinistas ocuparon los ministerios de Economía, Educación y Trabajo que correspondieron a Eugenio Blanco (y luego Juan Carlos Pugliese), Carlos Alconada Aramburu y Fernando Solá. Los ministerios de Relaciones Exteriores, Obras Públicas y Defensa, fueron asignados a los unionistas Miguel Angel Zavala Ortiz, Miguel A. Ferrando y Leopoldo Suárez, luego de una dura lucha interna. Los dos ministerios restantes, Interior y Salud Pública, fueron ocupados por el balbinista-sabattinista Juan Palmero y por el unionista Arturo Oñativia pero hombre de confianza del presidente. En la conformación del gabinete quedaron excluidos los larraldistas, que pretendían el Ministerio de Trabajo, pero resultaron definitivamente bloqueados por Balbín
En el Congreso, el balbinista Arturo Mor Roig fue elegido presidente de la Cámara de Diputados, cargo en el que habrá de destacarse.
Una de sus primeras medidas fue anular los contratos petroleros firmados con empresas extranjeras por Arturo Frondizi, pagando cuantiosas indemnizaciones, y reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), dirigida por Facundo Suárez, la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias. En aquel momento fue muy aplaudido por los sectores nacionalistas y de centro-izquierda, pero años más tarde, algunos sectores progresistas criticarán esa decisión por rechazar de plano el capital extranjero, incluso dentro de las corrientes alfonsinistas de la UCR.
Illia sancionó también algunas importantes leyes laborales y sociales como la que crea el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que establece un organismo tripartito, y la llamada Ley Oñativia de Medicamentos, que estableció serias regulaciones a la producción de medicamentos por parte de los laboratorios, incluyendo un principio de socialización de los medicamentos. La ley fue acusada de comunista por parte de los sectores conservadores y es considerada como una de las causas inmediatas del derrocamiento de Illía.
En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más eficaz de las empresas públicas. La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones. El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.
Durante el gobierno de Illía los sindicatos organizados en la CGT, tanto la mayoría peronista de las 62 Organizaciones como la minoría comunista del MUCS, mantuvieron una actitud sumamente combativa, llegando a implementar una dura estrategia de tomas de fábrica, que alarmó a los sectores conservadores y que suele también invocarse como causa inmediata de su derrocamiento.
Adicionalmente, Arturo Frondizi, que era el presidente constitucional y no pudo participar en las elecciones de 1963 por encontrarse detenido por los militares, fue un duro crítico del gobierno de Illia y alentó abiertamente su derrocamiento.
Finalmente, la mayor parte de la prensa, y en especial la revistas Todo y Primera Plana y los periodistas Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, desarrollaron una crítica sumamente destructiva, denominándolo "la tortuga", que deterioró su imagen pública. Décadas después, ambos periodistas se manifestarán arrepentidos por ese accionar.
Illia también tuvo fuertes desaveniencias con los miembros de la UCRP dentro de su propio gobierno. Por un lado el vice-presidente Perette, le restó permanentemente poder a Illia, por su decisión de co-gobernar. Por otro lado el ministro de Economía, Eugenio Blanco, se vio enfrentado por el equipo radical en el Banco Central (Félix de Elizalde y Alfredo Concepción) aliados con el canciller Zabala Ortiz. Adicionalmente, en el Congreso, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Fernández quie respondía a Illía, mantenía un duro enfrentamiento con los balbinistas, encabezados por Juan Carlos Pugliese. Y finalmente, Miguel Angel Zabala Ortiz, mantuvo una dura puja con el presidente Illía, criticando la mayor parte de sus políticas progresistas. Un ejemplo de ello fueron las críticas a Facundo Suárez, a cargo de YPF, o la visita del canciller a Vietnam del Sur en apoyo de la acción norteamericana allí, que contaba con la desaprobación del presidente.
Lo cierto es que, el gobierno de Illía, se vio doblemente debilitado por su intención de aplicar la Declaración de Avellaneda; por una parte, rechazado por su posición de centro-izquierdista por una parte considerable de la UCRP y sus aliados, y por otra parte rechazado por la posición marcadamente anti-peronista y anti-sindical que la UCRP había sostenido desde el golpe militar que derrocó a Perón.
Pese a todo, el gobierno de Illia iniciará una década (1963-1974) de extraordinario crecimiento económico, en la que Argentina alcanzará las tasas más altas del mundo. Paradójicamente, será una década de desavenencias y extrema violencia política y social, que terminará en una tragedia histórica en 1976.
El 26 de junio de 1966, el general Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia, e inició una dictadura de tipo permanente que será conocida con el nombre de Revolución Argentina.
Contemporáneamente, existe una inhabitual unanimidad de la sociedad argentina para reconocer en Arturo Illía un ejemplo del político honesto e incorruptible.

Revolución Argentina

Protagonismo de la juventud durante el onganiato (1966-1970)
Una gran cantidad de sectores políticos y sociales apoyaron o toleraron al nuevo gobierno militar de Onganía. Transcurrirá un tiempo para que los grupos políticos, sindicales y sociales progresistas, comprendieran la nueva naturaleza de la Revolución Argentina, como dictadura permanente, lo que O'Donell llamará más tarde, Estado burocrático autoritario.
El régimen militar prohibió la política y disolvió los partidos políticos. Ante ello el funcionamiento de los partidos políticos, salvo excepciones, cesó. Una de esas excepciones fue el 17 de noviembre de 1966 cuando las fuerzas de seguridad detuvieron al presidente de la UCRP de la Provincia de Buenos Aires, Raúl Alfonsín, aunque por un breve tiempo, por haber reabierto la sede principal.
Con las actividades de los partidos políticos suspendidas, la juventud, tanto sindical como universitaria, desempeñó un rol activo en la recuperación de la vida política.
Una de las primeras decisiones de Onganía fue intervenir la Universidad. La Universidad había funcionado autónomamente desde 1955 siguiendo los principios de la Reforma Universitaria. Muchos se refieren a esa época como la edad de oro de la universidad argentina. En Buenos Aires, espontáneamente, autoridades, docentes y estudiantes de todas las tendencias se unieron para ocupar varias facultades, especialmente Ciencias Exactas y Filosofía. Se produjo entonces una gran represión conocida como la Noche de los Bastones Largos. Pero también comenzó a aparecer una tendencia a la acción conjunta, por encima de las pertenencias partidarias, para enfrentar al gobierno militar.
Poco después, en agosto de 1966, el movimiento estudiantil cordobés, conducido por Franja Morada, aún no plenamente identificada con el radicalismo, y otros grupos estudiantiles (los socialistas del MNR, los comunistas del MOR y los trotsquistas nacionales del AUN), declararon una huelga estudiantil por tiempo indeterminado contra la intervención. La represión policial del 12 de septiembre, en la que es intencionalmente asesinado Santiago Pampillón, desencadenó la primera pueblada obrero-estudiantil, con apoyo de la CGT local, que anticipaba futuras puebladas como los Rosariazos y el Cordobazo, que pondrán en jaque al gobierno militar.
Por aquel entonces, el pensamiento reformista de dirigentes estudiantiles como Guillermo Estévez Boero y su teoría del Frente del Pueblo, comenzaba a insistir en la necesidad de superar la antinomia peronismo-antiperonismo, para formar una alianza entre radicales, peronistas y sectores progresistas que pueda establecer una democracia consolidada sobre un programa de liberación nacional. Influida por estas ideas, en 1968 un grupo de jóvenes radicales que luchaban contra la dictadura militar constituyeron en la ciudad de Santa Fe, frente a la laguna Setúbal, la Junta Coordinadora Nacional y definieron a Franja Morada como organización universitaria del radicalismo.
"Una manifestación de la oposición política cada vez más militantes al gobierno fue el encuentro de los delegados de la juventud del Partido Radical en Setúbal, Santa Fe, en noviembre de 1968 y la formación por su parte de la "Junta Coordinadora Nacional Previsora de la Juventud".
Una nueva generación de jóvenes radicales comenzaba a emerger, entre los que se encuentraban el Changui Cáceres, Sergio Karacachoff, Fredi Storani, Leopoldo Moreau, Marcelo Stubrin, Adolfo Stubrin, Enrique Nosiglia, Facundo Suárez Lastra, entre otros.
Con la política prohibida, el dilema crucial para la juventud de aquellos años era la opción por la lucha armada. Franja Morada, la Junta Coordinadora Nacional, y algunos de sus aliados, como los socialistas del MNR, adoptaron un programa de liberación nacional de centro-izquierda, rechazando expresamente la lucha armada, que adoptaron otros sectores juveniles del peronismo, del catolicismo, del nacionalismo y de la izquierda.
Las consignas que distinguieron a ambos grupos fueron "Elecciones libres y sin proscripciones", como alternativa a "Ni golpe ni elección, revolución".
El triunfo electoral en 1970 de Salvador Allende en Chile quien proponía una, para entonces novedosa, "vía pacífica al socialismo", fue una importante influencia a favor de la vía pacífica en Argentina. Por el contrario, el éxito de la Revolución Cubana, el asesinato del Che Guevara en 1968 y el golpe militar contra Allende, en 1973, fueron factores que impulsaron a los jóvenes argentinos hacia la lucha armada.
Fuertemente presionada por ese marco y la violencia creciente en el país y la aparición de organizaciones guerrilleras, Franja Morada y la Junta Coordinadora, participaron activamente en los dos Rosariazos y el Cordobazo, que deterioraron el poder de la dictadura militar.
El 25 de mayo de 1970, la UCRP realizó una breve manifestación en la que habló Balbín.
En junio de 1970 cae el general Onganía, y con él el proyecto de dictadura permanente, para abrir el camino a una nueva salida electoral.

La salida electoral (1970-1973)

Desplazado Onganía, el general Levingston fue designado presidente por la Junta de Comandantes. Propuso una la salida electoral en 4 o 5 años y un plan que tenía como uno de sus objetivos el colapso de la UCRP y su reemplazo por un partido de centro-derecha, potencialmente encabezado por Arturo Mor Roig.
Por su parte la UCRI, dirigida por Oscar Alende, apoyó la llegada al poder del general Levingston, que tenía una tendencia nacionalista-desarrollista, y participó en el gabinete a través de Aldo Ferrer.
Sin embargo la mayoría de las fuerzas políticas progresistas rechazaron el plan electoral del nuevo gobierno militar y exigieron una salida electoral rápida. El 11 de noviembre de 1970, representantes del la UCRP, el peronismo, el socialismo, el bloquismo, y los conservadores populares, emitieron un documento denominado “La hora del pueblo”, en el que se exigía elecciones inmediatas, sin exclusiones, y respetando a las minorías. Por la UCRP firman el documento Ricardo Balbín y Enrique Vanoli. La Hora del Pueblo marcó un notable cambio en la historia argentina, a partir del dato de que es la primera vez que radicales y peronistas actúan políticamente juntos (Potash, 197). Simultáneamente los máximos dirigentes de la UCRP establecerán una línea de contactos frecuentes con el general Lanusse, a quien brindarán un relativo apoyo para impulsar una salida electoral.
Reapareció entonces una cierta actividad de los partidos políticos. En la UCRP, Raúl Alfonsín, quien era presidente del radicalismo de la Provincia de Buenos Aires desde 1965, comienza a aglutinar a su alrededor a un grupo de dirigentes con tendencias social-demócratas. Entre ellos están Bernardo Grinspun, Roque Carranza, Germán López, Raúl Borrás, entre otros.
El balbinismo, conducción oficial de la UCRP, había expresado su crítica a la dictadura militar que derrocó al gobierno de Illia. Balbín había mantenido contactos con Perón desde 1967 y el 25 de mayo de 1970 habló en un acto relámpago organizado por la UCRP en Buenos Aires que fue cubierto por el diario La Nación. En ese entonces, estaban incluidos en el campo balbinista dirigentes como Hidalgo Solá, Arturo Mor Roig, Antonio Tróccoli, Juan Carlos Pugliese, Enrique Vanoli, Rubén Rabanal, Cesar García Puente, Julián Sancerni Jiménez, Raúl Zarrielo, Carlos Raúl Contín, Juan Trilla, entre otros.
Finalmente, en la Línea Córdoba (sabattinismo), se encontraban Arturo Illia y Victor Martínez.
Antes de finalizar 1970, el presidente militar Levingston invitó a los ex presidentes que viviesen en el país (excluyendo así a Perón) a una reunión para brindarle consejo. Guido y Frondizi aceptaron. Illia y Onganía rechazaron la invitación.
El gobierno de Levingston no se sostuvo, y menos de un año después de asumir, el 21 de marzo de 1971, fue reemplazado para que asuma el general Lanusse.
Ricardo Balbín, como presidente de la UCRP, mantuvo conversaciones con Lanusse para coordinar una salida electoral. Lanussse quería que el radical balbinista Arturo Mor Roig fuere su ministro del Interior, encargado de instrumentar la transición. Adicionalmente coinciden en promover un régimen electoral y de partidos políticos rígidamente bi-partidista, en el que el peronismo representaría las fuerzas de centro-izquierda, y el radicalismo las fuerzas de centro-derecha. Finalmente, Lanusse se compromete a otorgar la sigla de Unión Cívica Radical a la UCRP, y exigir a la UCRI el cambio de su nombre (se llamará primero Alianza Popular Revolucionaria y luego Partido Intransigente).
La Hora del Pueblo avalará unánimemente a Mor Roig como ministro del Interior, y este renunciaría a la UCRP para asumir su cargo. Más adelante, Hidalgo Solá y Antonio Tróccoli, rechazarán el ofrecimiento a ser ministros del gobierno militar. Dice Potash que "los radicales deseaban evitar cualquier paso que los identificara como un partido 'oficialista'".
Por entonces (1971-1972), los jóvenes de la Junta Coordinadora comienzan a acercarse a Raúl Alfonsín, y el alfonsinismo comienza a definirse como línea interna frente al balbinismo-unionismo, que adoptará la denominación de Línea Nacional.
En 1972, por primera vez, Franja Morada, en alianza con el MNR (socialistas populares) gana la Federación Universitaria Argentina (FUA) que, a partir de entonces, conducirá ininterrumpidamente durante las siguientes décadas.
En septiembre de 1972, en Rosario, la línea alfoninista y los jóvenes de la Coordinadora crean el "Movimiento Renovador Nacional", reclamando un programa de carácter "nacional, popular, democrático y liberador", y constituyéndosae en el ala izquierda del radicalismo. Proclaman entonces a Raúl Alfonsín-Conrado Storani como pre-candidato presidencial en las internas de la UCR.
En las elecciones internas se impuso el balbinismo-unionismo, en tanto que el alfonsinismo obtuvo la minoría, por haber alcanzado más del 25%. El candidato presidencial será, por tercera vez en la historia de la UCR, Ricardo Balbín. Balbín cierra su campaña electoral con una frase: "el que gana gobierna y el que pierde ayuda".

El 11 de marzo de 1973 se realizaron las elecciones y los resultados fueron:

* Cámpora-Solano Lima (FREJULI): 5.908.414 votos (49,5%)
* Balbín-Gamond (UCR): 2.537.605 (21,29%)
* Manrique-Martínez Raimonda () 1.775.867 (14,9%)
* Alende-Sueldo (Alianza Popular Revolucionaria): 885.201 (7,43%)
* Otros: 800.000 (aprox)

El peronismo volvía al poder luego de 17 años de proscripción.

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PRESIDENTE DR. DON RAUL RICARDO ALFONSIN...por siempre!!!!!

EN ESTE MOMENTO QUIERO ESCRIBIR...PERO SIENTO UN NUDO EN LA GARGANTA...Y LAS LAGRIMAS BROTAN UNA ATRAS DE OTRA Y ME PREGUNTO QUE PONER???... SI PUEDO ESCRIBIR MUCHAS COSAS... PERO QUE MAS DE LO QUE YA SE A DICHO...
SOLO TRATAR DE EXPRESAR UN SENTIMIENTO Y TENGO UN RECUERDO...
RECUERDO CUANDO ME TENDISTE TU MANO Y YO LA TOME, UNA MANO FIRME...
Y AL VER TU MIRADA TRANSPARENTE QUE TRANSMITIA PAZ...ERA LO QUE MI ALMA NECESITABA...
TU VOZ ME DABA LAS FUERZAS PARA SALIR DEL DOLOR...
Y ME DEJE GUIAR...
ME ENSEÑASTE LOS VALORES ETICOS ESENCIALES DE LA VIDA...
MIS DERECHOS Y CON ELLOS LA LIBERTAD!!!
DE TUS LABIOS ESCUCHE CON VOZ FIRME Y CON SENTIDO ALGO QUE HABIA APRENDIDO DE MEMORIA Y NO ENTENDIA...
"constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino"
FUISTE PARA MI UN PADRE QUE ME ENSEÑO EL CAMINO...Y AL CAMINAR ESTE...ENCONTRE QUE ERAS LA LUZ...
Y CON LOS AÑOS ESE SENTIMIENTO SE FUE AGIGANTANDO CON TU FIGURA...
HOY YA NO ESTAS...Y SIENTO QUE SE NOS FUE EL "FARO DE LA DEMOCRACIA" PERO QUEDO TU LUZ PARA SIEMPRE ENCENDIDA...

UN TEXTO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR JAMAS:
"Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina."

QUE SIGNIFICA SER RADICAL

AUNQUE USTED NO LO CREA... ESTO ES ARGENTINA EN LA ERA KK!!!

MI MAMA ANDUVO CORTANDO LA RUTA

El periodista Osvaldo Bazan, nos cuenta con orgullo, la historia de su familia y el campo, una nota escrita con simpleza y sinceridad, pero tambien con orgullo.
Una nota para leer y recomendar...

Osvaldo Bazán

02.06.2008



Mejor, las rutas, porque estuvo por la 34, en Salto Grande, pero también por la 9, cerca de Armstrong, anduvo por Bouquet, cerca del límite con Córdoba, con mi madrina, con mi primo Horacio, que llega al piquete a la medianoche con su esposa y los chicos. Mi primo es de esa generación nueva de chacareros que eligieron no vivir en la ciudad, porque la ciudad ofrece menos oportunidades que el ancho mar de la soja. Trabaja el campo del abuelo, que ahora es de todos los tíos. Habla de igual a igual con el contador, el ingeniero agrónomo, el intendente del pueblo. Una noche en el corte asaron un lechón y lo compartieron con los camioneros. Otra noche fue un chivito. Horacio me dijo, hace unos años, en la época de Duhalde, caminando por entre miles de plantitas verdes: “yo no estoy en contra de las retenciones porque sé que es o las retenciones o la guerra civil. Pero es increíble que en la Capital nunca escuchen lo que nos pasa, sólo nos hablan para pedirnos”.
Recién hace tres años que la ruta que une Bouquet con cualquier otra localidad es asfaltada. Sin una 4 x 4 no llegaba al campo, los chicos no podían ir a la escuela y que a nadie se le ocurra enfermarse. No es una zona marginal. Es el centro exacto del planeta soja. De eso habla mi primo Horacio cuando habla de no ser escuchado.
Mi papá fue peón en el campo del padre de mi mamá.
Mi mamá también.
Ella era poco más que una nena rubia y él poco más que un adolescente morocho cuando se enamoraron y se prometieron una vida mejor. Ninguno de los dos pudo terminar la escuela primaria: se impuso el trabajo en el campo. En las mañanas con escarcha arrastraban entre las piernas la maleta –una especie de enorme tubo hecho con arpillera y cuero– que iban llenando con las mazorcas del maíz, antes de que existieran las cosechadoras. Ni él ni ella tenían zapatillas. A mis abuelos no les molestaba el trabajo infantil. Siempre les pareció una buena manera de aliviar la tarea. De ellos. Papá hacía muñequitas con las espigas más jóvenes de maíz.
Eran el juguete de mamá.
Mis abuelos se murieron sin haberse jamás dirigido la palabra. Se despreciaban.
El papá de mi papá era criollo, músico, borracho.
El papá de mi mamá era italiano, tacaño, quejoso.
Egoístas y machistas eran los dos.
Casi al mismo tiempo el país expulsaba al primero y seducía al segundo.
Al padre de mi papá lo llamaban los caciques del Partido Demócrata Progresista para que animara con su bandoneón los asados del comité. Le pagaban con vino, le daban la papeleta para que vote y se desentendían. El viejo se subía al sulky, seguido de los perros y se perdía en cualquier par de tetas provincianas. Dicen que tengo tíos no reconocidos en toda la provincia. Papá odiaba a su papá por eso. Su mamá sufrió en silencio la muerte de una hija recién nacida y el Dr. Silvestre Begnis le salvó la vida a mi papá, cuando ya estaba casi muerto.
Al padre de mi mamá Perón le dio un campito a pagar en cómodas cuotas y allá fue, con todos sus hijos. Trabajaba el abuelo, sí, pero cada dos por tres le hacía vender unas cuántas gallinas a la abuela. Con la plata que juntaba desaparecía cuatro o cinco días. No dejó hijos por la provincia. Sólo todo el dinero de las gallinas en las carreras de caballos en el Parque Independencia de Rosario y algunas putas enamoradas. Mientras tanto, la abuela, sola, en un rancho con nueve hijos y sin electricidad ni comunicación con los vecinos, no lloraba. Nunca vi a la abuela con un batón que no fuera negro.
Papá y mamá se vinieron a la Capital.
Él se convirtió en el mecanógrafo más rápido entre los oficinistas navales. Silbaba mientras escribía a máquina, virtud que hizo que una vez Francisco Manrique lo felicitara. También aprendió solito a sacar fotos para poder vivir sin patrones. Mamá entró como operaria en la Fábrica Argentina de Alpargatas (aún hoy dice, con no sé qué orgullo raro, “Fábrica Argentina de Alpargatas”), pero antes tuvo que sacar el carné peronista. Si no, no trabajaba. Entre sus peores recuerdos está la entrada del delegado a la fábrica para ordenarle que deje de pegar suelas y suba a un camión con un destino único: la Plaza de Mayo.
La ciudad no los sedujo. Apenas pudieron volvieron al pueblo, en Santa Fe. Él como fotógrafo, ella puso una zapatería, quizá para vengarse de la escarcha de la cosecha.
Hoy mamá tiene 73 años y un retazo de 11 hectáreas del campo aquel, que le da una renta anual de siete mil pesos. Mi mamá no habla de “el campo”. Ella habla de “los colonos”. Porque en el pueblo todavía se habla de “los colonos”. Papá –que nunca tuvo tierra– se reía de la aristocracia del pueblo: “Son ricos porque las vacas son infieles”, decía. Y les sacaba fotos y se las vendía, y así crecía el pueblito.
Lo que más llamó mi atención cuando me vine hace doce años a vivir a Buenos Aires es que en la Capital no se siente que el país sea más grande que este montón de casas, mientras que la presencia porteña en toda la Argentina es constante.
Hace días que me ronda la idea de que estas historias mínimas son las que se juegan en el “conflicto del campo”. Contarlas en Buenos Aires es lo que puedo hacer en nombre del lugar de donde vengo.

gentileza:Diario Crítica de la Argentina.

BASTA KRISTINA!!!

Los 25 años de la Democracia nos encuentran a los argentinos en una situación extremadamente preocupante. El fracaso del diálogo de los funcionarios del gobierno con los dirigentes ruralistas y el clima de confrontación que ello ha generado, debe llamarnos a todos a la reflexión y hacernos ver, que por esa vía no cabe esperar ninguna solución duradera. Solo el sano ejercicio democrático con sus componentes de disenso, discusión y diálogo, en un marco de respeto mutuo y de buena voluntad, nos despejará el camino hacia el consenso. Y nos preservará de los enfrentamientos sin retornos, que tanto nos han herido a lo largo de la historia. Solo una democracia plena asegura el marco del entendimiento hacia la armonización de los intereses en juego, resguardando lo más importante: el bien común. Ningún Pueblo ha alcanzado sus objetivos, sin haber alcanzado previamente objetivos básicos y unidad de metas. En nuestro caso y en esta especial circunstancia en el que el contexto internacional nos ofrece oportunidades que difícilmente se repetirán, resulta incomprensible que el desencuentro nos ponga de espaldas a esas posibilidades. Por ello, todos debemos contribuir, por las vías institucionales desde nuestros roles, instando a los protagonistas, al diálogo sereno, ofreciendo toda la colaboración, voluntad y prudencia. En definitiva, cuidando la democracia y su basamento republicano con desinterés, grandeza, actitudes constructivas y poniendo por encima de todos el destino de nuestra Patria.

UCR JUNTARÁ FIRMAS EN EL OBELISCO EN APOYO AL CAMPO


Mañana a las 12

El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, estará mañana a partir de las 12, en la Plaza de la República, recolectando firmas para la derogación de la resolución Nº 125 del 11 de marzo pasado, que aumenta y convierte en móviles a las retenciones, y por una ley que las coparticipe a las provincias.
En dicha actividad estará presente el titular de la UCR, Gerardo Morales, junto a
demás autoridades del radicalismo y la Juventud Radical.


El campo lanzará su contraofensiva mediática

LA NACION accedió a los spots de radio y TV y a las solicitadas que difundirán masivamente los productores; insisten en explicar que no son responsables de la inflación y critican la política agropecuaria
El conflicto entre el campo y el Gobierno ganará aún más presencia en los medios. El sector agropecuario tiene en las gateras su contraofensiva a la campaña mediática del Gobierno: con solicitadas en los principales diarios y spots para radio y televisión explicarán por qué “con la actual política agropecuaria ‘perdemos todos”.
En los videos, audios y solicitadas a los que tuvo acceso LA NACION, y que se difundirían masivamente los próximos días, el sector insiste en aclarar que los productores no tienen nada que ver con la inflación.
Así, esta campaña se revela como una nueva estrategia para reforzar la alianza que, desde el principio del conflicto, el campo trabó con los consumidores.
A tal punto que, tras repasar que esta política genera menos producción, menos oferta y por tanto más inflación, utiliza el nosotros inclusivo para afirmar: "Los argentinos estamos esperando una solución".
Según una fuente del sector, este lanzamiento se venía postergando “para no perjudicar las negociaciones con el Gobierno”. Sin embargo, en el actual contexto de enrarecimiento del conflicto, estudian comenzar la difusión.











EL 25 de mayo, los radicales vamos a Rosario

Se agotó el modelo de poder kirchnerista.


El próximo domingo 25 de mayo la Unión Cívica Radical dirá presente en el acto organizado por las entidades del campo en el Monumento a la Bandera de Rosario.
Es un acto por la democracia, por la dignidad, y por la lucha del campo.
La Unión Cívica Radical acompaña la legítima la lucha del sector agropecuario consciente de que ello significa la defensa del interés general.
El conflicto suscitado con el campo ha sido absolutamente innecesario. Los radicales, en claro apoyo y solidaridad con el campo bregamos por hallar cuanto antes una solución para no perder la colosal situación internacional que nos permita seguir creciendo.
Junto a intendentes, legisladores nacionales y provinciales, afiliados y simpatizantes, la conducción del Comité Nacional de la UCR hace extensiva la invitación a quienes deseen sumarse con su apoyo al acto convocado en el Monumento a la Bandera de Rosario el próximo domingo 25 de Mayo.
El lugar de encuentro será el Comité Central de la Ciudad de Rosario sito en la calle Paraguay 358, a las 10 horas.